La agricultura del futuro dependerá de las estrategias que «tomemos para adaptarnos a unos recursos cada vez más escasos», manifestaron en la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). Bajo este convencimiento coordina el proyecto ‘Mosoex: Aumento de materia orgánica, gestión sostenible de sistemas extensivos’ que fue seleccionado dentro del marco de la Asociación Europea para la Innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícola (AEI-Agri), una iniciativa europea para impulsar la innovación en el medio rural.
Uno de los objetivos de la iniciativa es reducir la brecha existente entre agricultores y científicos, por eso, además de UPA, el proyecto cuenta con la participación de la Asociación Española de Agricultura de Conservación-Suelos Vivos Aeac-sv, la empresa Solid Forest, el Csic-Museo Nacional de Ciencias Naturales, la Universidad Politécnica de Madrid y el instituto navarro Intia, y con el apoyo de la Oficina Española de Cambio Climático.
«El futuro de la agricultura depende de la salud de nuestros suelos, y este proyecto viene a cubrir un hueco muy importante en el panorama investigador», comparten los participantes en el proyecto. Los suelos, en referencia a los que hay en este país, son especialmente «vulnerables a la desertificación, a la carencia de materia orgánica y de nutrientes básicos para el correcto desarrollo de los cultivos. Lo que pretende este proyecto es tipificar estos suelos y aportar estrategias para mejorar su salud», indicaron desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos.