Investigadores de la Universidad de Almería (UAL) han llevado a cabo un estudio en el que han descubierto que el tomate tiene capacidades que luchan contra el cáncer de colon. De hecho, de entre las distintas hortalizas estudiadas, ésta ha sido la que mejores resultados ha dado.
El tomate elegido para las pruebas ha sido el proveniente de la provincia de Almería. Más concretamente, el cultivado en la zona de la vega almeriense, donde tiene su origen el tomate de IGP La Cañada.
Estos tomates ya presentaban una serie de condiciones altamente favorables para combatir las células cancerígenas, pues las condiciones medioambientales donde se cultivan las fomentan. Las horas del sol, la salinidad y la tierra consiguen que los tomates cultivados tengan un alto contenido en tocoferoles, que son los antioxidantes.
Además de los resultados obtenidos con el tomate, el equipo de investigadores ha comprobado también que las propiedades antioxidantes del tomate cuando trabajan conjuntamente con las del aceite de oliva se potencian. Si cada uno por separado actúa frente a las células cancerígenas, en conjunto actúan todavía mejor, especialmente contra el cáncer de colon.
Del mismo modo, se han estudiado los efectos nombrados con distintas variedades de tomate (alargados, redondos o cereza, entre otros) y se ha podido observar cómo algunas de ellas actúan de una manera mucho más intensa frente a dichas células cancerígenas. Éstas serían las modalidades que tienen un color más rojizo.
Siguiendo la línea de la investigación, se ha podido observar cómo algunas hortalizas –tales como la rúcula o el canónigo- también ejercen acciones antitumorales frente a las células cancerígenas que provocan el cáncer de colon.
Esta investigación se convierte así en una evidencia clara de que la clásica dieta mediterránea está repleta de alimentos básicos llenos de beneficios para la salud. “Esto confirma que determinadas preparaciones culinarias como el gazpacho o las ensaladas pueden ser excelentes aliados en la prevención de algunos tipos de cáncer”, apunta José Luis Guil Guerrero, un miembro del equipo de la UAL que ha llevado a cabo la investigación. Añade también que estos “son estudios muy oportunos para ser difundidos porque así la sociedad se puede beneficiar de ello”.
Así, el equipo de investigación al mando de este proyecto concluye que los tomates obtenidos en el levante español, como es el caso de IGP La Cañada, benefician de manera considerable la salud.