Mayo volvió a dejar márgenes comerciales cercanos al 1000% entre lo que recibe el agricultor y lo que los consumidores tienen que pagar por algunos de los productos agroalimentarios. En esta ocasión, hortalizas como el pepino se dispararon de precio del campo a la mesa, siendo el productor el que apenas recibió dinero por el trabajo e inversión que le supone generar este tipo de alimento, y los consumidores los que tuvieron que sufragar el beneficio que se queda por los eslabones intermedios de la cadena alimentaria. Y es que, mientras su valor en origen fue de 0,16 euros por kilogramo, en destino subió hasta 1,67 euros, es decir 10,4 veces más de lo que cobró el productor. Así, el precio del pepino el pasado mes de incrementó un 944% del campo a la mesa.
Este dato se recoge en el estudio mensual que periódicamente elabora la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) junto a las asociaciones de consumidores UCE y Ceaccu, en el que analizan el comportamiento de los precios de más de una veintena de alimentos derivados de la actividad agrícola y ganadera, configurando así el Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (Ipod). Fue, del periodo, el más elevado de todos los alimentos analizados.
Además del pepino, en relación a los productos que predominan en el campo de Almería, también destacaron en mayo los márgenes comerciales que experimentaron a lo largo de la cadena alimentaria otros productos hortofrutícolas como el calabacín, o el tomate de ensalada. En ambos casos el aumento de su valor del agricultor a consumidor superó el 700%, en el caso del primero, pero que llegó hasta el 886% en el caso del segundo. Y es que, mientras que un productor recibió de media 0,18 euros por un kilo de calabacín, el consumidor pagó por su disfrute 1,44 euros. En relación al tomate, los precios medios que registró fueron 0,22 euros y 2,17 euros, respectivamente en origen y destino.
Al margen de estos tres productos, que destacaron entre el resto, los demás también experimentaron subidas que en el menor de los casos superó el 337%, como se detectó en sandía, pagada al agricultor a 0,27 euros por kilogramo y elevada hasta 1,18 euros para el consumidor.
El melón, otra de las frutas típicas de la primavera almeriense, junto a la sandía, marcó el pasado mes un precio medio de 0,40 euros por kilogramo en origen, llegando hasta los 2,25 euros en destino. Así, su incremento porcentual se fijó, según el estudio elaborado por Coag, UCE y Ceaccu, en un 463%.
El pimiento verde y el rojo aumentaron en precio entre el 383 y el 412%, respectivamente. Su cotización media en el campo se situó cercana a los 0,50 euros. Sin embargo, en los lineales de los supermercados, según detalla el Ipod, se expuso a un valor que osciló entre los 2,3 y 2,5 euros por kilogramo, respectivamente.
En cuanto a la berenjena y la lechuga, también propias del campo almeriense, el análisis realizado por la organización agraria y las estas asociaciones de consumidores determina que su valor aumentó del campo a la mesa un 354 y un 469%.