El director general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Miranda, ha resaltado el papel clave que juegan las organizaciones de productores y sus asociaciones en el sector hortofrutícola en la planificación de la producción, en la comercialización y en la prevención y gestión de crisis. Estas figuras, ha añadido, deben planificar la producción como si fueran un solo agricultor, en base a un buen conocimiento de lo que demanda el mercado.Miranda, que participó ayer en la Jornada “Retos de las organizaciones de productores de frutas y hortalizas y las asociaciones de organizaciones de productores” que, organizada por ASAJA y COAG se ha celebrado en Almería, ha incidido en las posibilidades de estas organizaciones para poder prevenir y gestionar situaciones de crisis, ya que en manos de estas entidades está el tener un conocimiento de lo que se produce en cada momento, para poder adaptarlo a lo que demanda el mercado.
Estas organizaciones, ha señalado el director general, cuentan además con importantes beneficios que les da la normativa comunitaria como son determinadas excepciones a las normas de competencia, acceso a ayudas en el marco de un programa operativo y la posibilidad de realizar retiradas y recolección en verde y no recolección en situaciones de crisis en el marco de estos programas.
NECESIDAD DE INCREMENTAR LA ORGANIZACIÓN
Miranda ha apuntado la necesidad de incrementar el grado de organización en el sector español, ya que se sitúa actualmente en el 50%, de forma que la mitad de la producción corresponde todavía a productores individuales.
Para ello ha indicado que se debe trabajar para conseguir más organización, en un menor número de OPs, donde la figura de las Asociaciones de OPs es clave para potenciar el efecto de medidas conjuntas. En esta línea ha destacado también la conveniencia de trabajar en el reconocimiento de circunscripciones económicas, donde se puedan extender normas al conjunto de productores, tales como el conocimiento de la producción o normas de comercialización.
Miranda ha finalizado su intervención señalando que, dado que en determinadas hortalizas de invernadero como la berenjena o el calabacín, el grado de organización se sitúa muy por debajo de la media del 50%, es preciso un gran trabajo de divulgación y de concienciación de los agricultores de que las organizaciones de productores y sus asociaciones son sin duda la herramienta adecuada para mejorar la posición del agricultor y prevenir y gestionar crisis de mercado.