La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina explicó esta semana, en la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo, en Bruselas, la experiencia española en la implementación de la ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria, donde ha ofrecido la máxima colaboración con este Parlamento en todas aquellas tareas en las que la experiencia española pueda resultar de utilidad. En su intervención, García Tejerina ha puesto en valor los diferentes trabajos y documentos elaborados por las instituciones europeas para evitar los efectos de las prácticas desleales sobre la cadena de suministro alimentario. A este respecto, la ministra ha señalado que, entre los diferentes agentes y las autoridades nacionales en materia de competencia, existe una amplia coincidencia en el diagnóstico de la situación.
En este contexto, la ministra señaló que las prácticas comerciales desleales aparecen como consecuencia de las diferencias en el poder de negociación a lo largo de la cadena, y que las pequeñas empresas y los productores agrarios «están especialmente expuestos a la acción de estas prácticas desleales».
Además, García Tejerina aseguró que el mayor grado de integración y concentración incrementan las diferencias en el poder de negociación, lo que está aumentando la fragilidad de los operadores agrarios y, en menor medida, de los fabricantes. También entiende que el impacto negativo de las prácticas desleales sobre las inversiones y la innovación de las empresas pueden llegar a influir desfavorablemente en el conjunto de la economía comunitaria.
En definitiva, «las prácticas desleales constituyen un obstáculo para el desarrollo y el funcionamiento del mercado interior y distorsionan los mecanismos del mercado», ha afirmado.