Durante su intervención en la inauguración del 13 Symposium de Sanidad Vegetal, organizado por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Andalucía Occidental, la consejera Elena Víboras ha asegurado que «mantener el buen estado sanitario de un cultivo no sólo afecta al rendimiento de la producción, sino también a la calidad de los productos que se obtienen y su valor en el mercado, lo que significa que afecta directamente a la economía de nuestros agricultores».
Al respecto, la titular de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha recordado que en Andalucía, «como primera potencia agrícola, tenemos muy en cuenta la sanidad vegetal, pues en un mercado cada vez más global, y con la influencia del cambio climático, las amenazas son más numerosas y los riesgos mayores». De ahí la importancia y la obligación de gestionar bien las plagas y enfermedades de los cultivos, primero de forma preventiva y, posteriormente, con un control adecuado, ha reiterado la consejera.
Igualmente, «las herramientas que utilizamos para combatir esas amenazas deben ser cada vez más sostenibles y seguras», ha añadido. Así, desde hace unos 10 años es obligatorio contar con un carné de aplicador de productos fitosanitarios y, desde hace más de 15 años, se están impulsando las producciones sostenibles en Andalucía.
La consejera se ha referido también al esfuerzo que está realizando el sector, especialmente en la implantación de las técnicas de control biológico de plagas en los cultivos hortícolas, fundamentalmente en el caso de Almería y Granada. En total, ha apuntado, Andalucía cuenta con unas 28.000 hectáreas de cultivo que utilizan esta técnica, «que marca la diferencia de calidad y sostenibilidad de nuestros productos». No obstante, «combatir las plagas es tarea de todos», ha insistido.
Precisamente, «gracias al esfuerzo de todo el sector, hemos alcanzado un liderazgo indiscutible en Producción Integrada, con más de 554.000 hectáreas, y en Producción Ecológica, con más de 806.000 hectáreas, lo que nos sitúa como la primera Comunidad Autónoma de España en producción sostenible», ha apuntado.
En cuanto al control de las enfermedades de los cultivos, Elena Víboras ha resaltado que en Andalucía se han puesto en marcha varias medidas, entre las que destaca el Plan de Vigilancia Fitosanitario para los Cítricos, con el que se realizan actuaciones de control para la detección temprana en puntos de riesgo; la planificación de una rápida actuación para erradicar de forma inmediata posibles focos, y la transferencia de información y formación a los agricultores, técnicos y al sector en su conjunto.
Para lograrlo, Andalucía cuenta, desde hace casi 30 años, con la Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF), que posibilita a los agricultores que anticipen las plagas y preparen mejor sus tratamientos. A ello se suman los centros de investigación y desarrollo de primer nivel, tanto en el ámbito público, como el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa) y los laboratorios de Producción y Sanidad Vegetal de la Junta, y del ámbito privado.