Cajamar presento ayer el informe Análisis de la campaña hortofrutícola de Almería correspondiente al año agrícola 2013/2014, elaborado por el Servicio de Estudios Agroalimentarios de Cajamar Caja Rural. En el acto participaron Jesús Vargas Ibañez, director territorial en Almería de Cajamar, y David Uclés Aguilera, director del Servicio de Estudios Agroalimentarios.
Al término de la presentación del informe se desarrolló una mesa redonda titulada «Los efectos de la Ley de la Cadena Alimentaria en el sector hortofrutícola», en la que se debatieron las consecuencias que tendrá la nueva legislación en el conjunto del sector. En la misma intervinieron José Miguel Herrero, director de la Agencia de Información y Control Alimentarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente; Ignacio García Magarzo, director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS); Susana Rodríguez, del despacho de abogados y asesores tributarios Garrigues; y Roberto García Torrente, director de Negocio Agroalimentario del BCC-Grupo Cajamar.
En el informe se pone de manifiesto que los avances registrados en producción y volumen exportado durante la campaña no se han visto acompañados por los precios, quedando esto reflejado en una disminución del valor en ambos casos con respecto a años anteriores. No obstante, no puede hablarse de una mala campaña, ya que estas cifras han sido superiores a las alcanzadas en 2011-2012, manteniendo este sector su peso específico en la economía provincial. Asimismo, el documento recoge un análisis detallado de la coyuntura de la agricultura intensiva almeriense, así como del comportamiento de nuestros productos en los mercados internacionales.
La producción almeriense se ha visto incrementada en un 4,3 %, para marcar un nuevo récord de 3.180.689 toneladas, mientras que los precios medios y el valor de la producción han disminuido un 7 % y un 2,8 %, respectivamente. El valor exportado de frutas y hortalizas ha ascendido a 1.932.245 millones de euros, lo que ha representado un descenso del 0,5 % en relación a la campaña anterior. Si se analiza el comportamiento según producto, en esta ocasión ha sido el pimiento el que mayor importe ha obtenido por las ventas, siendo una de las pocas hortalizas, junto con sandía, que han mejorado sus cifras durante la campaña.
Con respecto a la concentración geográfica, continúa la dependencia de los países de la Europa de los 15, con Alemania nuevamente erigida en nuestra principal compra¬dora. Sin embargo, los países de la Europa ampliada así como los extracomunitarios han presentado un comportamiento más positivo que éstos, ya que los ingresos recibidos desde los mismos son los que más han aumentado, un 7,6 % y un 11,5 %, respectivamente.
Desde el punto de vista fitosanitario, lo más destacable en el desarrollo de la campaña ha sido la presencia del virus del rizado del tomate de Nueva Delhi (ToLCNDV), tanto por los daños producidos en el cultivo de calabacín al inicio del periodo productivo, como por las perspectivas de posibles daños en otros como tomate, pepino, melón o sandía. Afortunadamente, no se ha dado esa circunstancia, de manera que las plantaciones de las otras hortalizas no se han visto afectadas con la misma intensidad, habiendo estado controlado este virus en calabacín y melón durante la primavera. No obstante, las expectativas de daño han afectado a la distribución de los cultivos de primavera, con una merma de la superficie de melón y un aumento del resto, especialmente de sandía. A este respecto, resaltar que se ha se ha producido un aumento de la superficie, tanto en lo referente a las hectáreas invernadas (1,6 %) como de la superficie efectiva de producción (5 %).
Por otra parte, las condiciones climáticas se han caracterizado por presentar unas temperaturas más suaves que en el periodo de referencia, lo que junto con otros factores como el aumento en superficie, ha favorecido un aumento de la producción. Esta circunstancia también ha tenido lugar en otros países de Centroeuropa, con la consecuente repercusión en el precio de un aumento de oferta.