La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha instado a tomar medidas conjuntas en el marco de la Unión Europea, «para, de acuerdo con el dictamen científico, evitar en lo posible el riesgo evidente que suponen determinadas importaciones de cítricos».
La ministra ha expresado su preocupación por el riesgo de propagación en Europa del agente patógeno Guignardia Citricarpa, a través de las importaciones de cítricos procedentes de Sudáfrica, en el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea que se celebra en Bruselas. García Tejerina ha destacado que la experiencia demuestra que «es más fácil evitar la entrada de una plaga o enfermedad que tratar después de erradicarla o controlarla«, y desde luego, ha apuntado, es mucho más barato tanto para las administraciones, como para los sectores.
Además ha recordado que el dictamen científico emitido por la EFSA en el mes de febrero señalaba con claridad que el establecimiento en Europa del agente a través de las importaciones de cítricos era un «riesgo real» y que la posibilidad de erradicar esta plaga era una hipótesis «poco probable». Un dictamen, ha puntualizado, en el que también se señalaba que «las medidas de control actualmente en vigor no eran suficientes».
En este sentido ha recordado que en la campaña pasada se realizaron 35 detecciones de este agente patógeno en las importaciones de cítricos procedentes de Sudáfrica, «sin que las autoridades sudafricanas fueran capaces de resolver el problema». Hasta el extremo, ha subrayado, que la Comisión se vio obligada a tomar medidas de urgencia al final de la campaña. Por ello, García Tejerina ha urgido a la adopción inmediata de medidas desde la UE, «ya que la campaña de importación está ya en sus comienzos». «La defensa de nuestras producciones no puede ser asunto de unos pocos, los posibles afectados, todos debemos actuar conjuntamente y apoyarnos mutuamente», ha planteado la ministra.
«La agricultura europea, ha añadido, es de todos los europeos y por tanto responsabilidad del conjunto de la Unión», aún cuando la sensibilidad a estos problemas no sea la misma, se requiere una solución satisfactoria para el problema existente, ha concluido García Tejerina.