Andalucía será una de las regiones donde tendrá más incidencia la nueva directiva europea que garantiza mejores condiciones laborales a los trabajadores temporeros que llegan de terceros países, según ha comentado el eurodiputado socialista Alejandro Cercas, uno de los ponentes del Parlamento Europeo sobre este asunto.
El europarlamentario subrayó que la directiva afectará especialmetnte a las regiones donde hay una presencia masiva de trabajadores extracomunitarios que se dedican al trabajo de temporada. España recibe entre 15.000 y 20.000 trabajadores temporeros anualmente, de acuerdo con la cifras que maneja el eurodiputado, aunque con la crisis este número se está reduciendo.
Debido a la crisis que están sufriendo los trabajadores, «estamos viendo una vuelta a la agricultura y a trabajos que se consideraban muy penosos y donde los españoles antes no acudían», subrayó. Los dos sectores que engloban casi el 90 % de los trabajos de temporada son el agrícola y el turístico. Según Cercas, esta directiva tiene una parte jurídica que consiste en «mejorar las condiciones de entrada (a los temporeros de países terceros), simplificando los trámites administrativos para que sea más fácil venir (a Europa) repetidas veces».
Cada país determinará la duración máxima de la estancia de los temporeros, que podrá oscilar entre los 5 y los 9 meses, dentro de un periodo de 12 meses. Los temporeros podrán prolongar sus contratos o cambiar de empresa dentro de este límite. En definitiva, se construye un marco en el que los temporeros «tendrán los mismos derechos legales y de convenios colectivos que tienen los trabajadores nacionales».
También es importante el hecho de que esta directiva blinda estos derechos frente a hipotéticos cambios a la baja de las normas nacionales. En España, dijo Cercas, aunque «tenemos prácticamente garantizada la igualdad de trato en todos los terrenos», si una mayoría parlamentaria quisiera cambiar la legislación laboral española, que garantiza la igualdad de trato, la legislación comunitaria lo impediría.
El aspecto de esta directiva que asegura un alojamiento digno a los trabajadores de temporada fortalece algunas prácticas que en España, a juicio del europarlamentario, tienen que ser mejorados. «El temporero puede rechazar un trabajo si no le ofrecen un alojamiento que reúna las condiciones de dignidad y salubridad, y eso es un paso adelante en España», dijo. En general «nosotros estamos pensando mucho más en países como Italia, Grecia o países del este de Europa», donde aún podemos encontrar «trabajadores de segunda clase».
El eurodiputado dijo que España tiene «un saldo muy importante de trabajadores extracomunitarios, pero nuestro país también produce algunos trabajadores de temporada que salen fuera de nuestras fronteras». En unos casos los españoles salen a trabajar a países que se encuentran dentro de las fronteras comunitarias como Francia, que en principio no están recogidos en esta directiva; pero esta ley, a juicio de Cercas, en cuanto que fomenta la igualdad de trato, indirectamente va estar construyendo una política inmigratoria que también «va a proteger a nuestros trabajadores».