La Federación de Regantes de Almería (Feral) ha decidido secundar la campaña reivindicativa puesta en marcha en toda España por la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) para rechazar un nuevo incremento en el coste energético del agua y exigir que se apliquen bonificaciones fiscales en la tarifa eléctrica de riego.
Feral asistirá el próximo 26 de febrero en Sevilla a la concentración prevista en la Delegación del Gobierno en Andalucía, que estará organizada por Feragua, y en la que participarán regantes procedentes de toda la comunidad autónoma con el eslogan «El regadío agoniza, no al tarifazo eléctrico». Ese mismo día, regantes de toda España se concentrarán en las delegaciones del Gobierno de cada región, coordinados por Fenacore.
La tabla de reivindicaciones incluye los siguientes puntos:
1.-Aplicar un Iva reducido a las comunidades de regantes, igual que se aplica a
los regadíos en Italia.
2.-Facturar la potencia real registrada y no por la potencia teórica contratada, para evitar pagar todo el año aunque no se riegue.
3.-Fomentar la producción de energía en régimen de autoconsumo en las zonas regables.
4.-Adaptar la norma para que en un único contrato de suministro los consumidores puedan hacer dos modificaciones de l apotencia contratada en el plazo de 12 meses.
5.-Aplicar contratos de temporada con distintas condiciones de suministro para un mismo punto de consumo sin penalizaciones.
Coste energético insostenible
Desde la desaparición de las tarifas eléctricas específicas para regadíos en el año 2008, el coste energético del agua para riego ha llegado a una límite insostenible, agravado además por la entrada del mercado libre de energía y el incremento del precio de los peajes en la factura. Todos estos factores han supuesto un encarecimiento insoportable de la energía eléctrica en la moderna agricultura de regadío, ya que los actuales y eficientes sistemas de riego a presión no pueden entenderse sin consumo eléctrico.
En Almería, la situación es crítica. La falta de calidad en el agua de riego por la progresiva salinización de las reservas subterráneas provoca que algunas comunidades de regantes se hayan visto obligadas a invertir en costosas redes de riego que aprovechan aguas de distinta procedencia, con el consecuente encarecimiento energético por transporte y elevación. En algunas comarcas altamente productivas, como en el campo de Níjar, el coste eléctrico representa ya el 75% del precio de un metro cúbico de agua.
El imparable incremento de la factura eléctrica en el regadío almeriense, como sucede en el resto de España, perjudica gravemente a los pequeños productores y supone una seria amenaza al futuro de miles de explotaciones familiares que componen en Almería un tejido social único, históricamente ligado a la producción agrícola.