La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Elena Víboras, ha asegurado que, dentro del debate del modelo de aplicación de la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) en España, «la distribución de los fondos de desarrollo rural entre comunidades autónomas es uno de los frentes en los que Andalucía no va a ceder». Tal y como ha remarcado «no podemos permanecer impasibles ante la simulación de reparto que ha realizado el Ministerio y que dejaría a Andalucía con 400 millones de euros menos para la implementación de las políticas de Desarrollo Rural».
Víboras, que ha comparecido en el pleno del Parlamento andaluz para informar sobre la actual situación de la reforma de la PAC, ha alertado de que pese a que el acuerdo alcanzado el pasado 25 de julio entre Ministerio y Comunidades autónomas introduce una serie de mejoras, aún quedan muchas cuestiones pendientes que arrojan cierta incertidumbre sobre el debate de la aplicación de esta reforma en España. En ese sentido, ha asegurado que defenderá «a capa y espada» que el medio rural y la agricultura de Andalucía no pierdan «ni un sólo euro de las ayudas que actualmente reciben y que responden a criterios objetivos de creación y mantenimiento de empleo».
«En consonancia con todo ello -ha añadido- voy a exigir que se respete el derecho de nuestras comarcas y nuestros pueblos a ocupar el lugar que merecen en el reparto de las ayudas al desarrollo rural. Igualmente desde el Gobierno andaluz también seguiremos trabajando para que no prospere una de las condiciones fijadas en el acuerdo del pasado mes de julio sobre el modelo de aplicación de la PAC en España, y que se refiere al establecimiento de un umbral mínimo de 300 euros para poder seguir percibiendo ayudas. Esta medida dejaría sin subvenciones nada menos que al 10% de los beneficiarios andaluces de ayudas de la PAC, unas 28.000 explotaciones que se encuentran en riesgo de perder sus complementos que, aunque inferiores a esa cifra de 300 euros, no dejan de ser importantes para los agricultores y ganaderos que actualmente los perciben».
Tal y como ha señalado la consejera durante su intervención «nuestro tejido agroalimentario es potente, productivo, sostenible, innovador y generador de empleo, por lo que las personas que lo hacen posible y las áreas rurales que lo conforman merecen seguir contando con las herramientas y apoyo necesario para continuar avanzando». Ése es el motivo -ha añadido- por el cual Junta y sector agrario andaluz continuaremos aunando fuerzas con el objetivo irrenunciable de culminar una PAC que mire la realidad de Andalucía de frente, con un sector que exporta hasta 7.000 millones en un año y que aporta el 8% del Producto Interior Bruto (PIB ) de Andalucía, el 10% de empleo y genera una producción agraria superior a los 9.000 millones».
En ese afán por conseguir una PAC justa para Andalucía, la consejera Elena Víboras también ha defendido la importancia de definir un mapa de regiones para el reparto de las ayudas directas que responda al potencial y diversidad productivos de sus sectores y sistemas agrarios; definir la figura de agricultor activo, para que las ayudas premien adecuadamente el desempeño de una actividad real; limitar la incorporación de nuevas superficies al sistema de ayudas directas, que podría acarrear el indeseado efecto de dilución de dichas ayudas, y conseguir que los fondos restantes de limitar las ayudas directas a los agricultores se destinen a desarrollo rural.