Las abundantes lluvias durante la primavera han sido en general positivas para el campo, las sementeras de invierno se han desarrollado en buenas condiciones y los regadíos se han asegurado la campaña, «pero también han traído algunos problemas debido al exceso de humedad, entre ellas la proliferación de algunas plagas como la Roya Amarilla que ha infestado la casi totalidad de los cultivos de trigo de nuestra provincia», advierten en Asaja-Granada.
La Roya Amarilla del trigo es una enfermedad fúngica poco común en Granada y la inexperiencia de los agricultores en su cura ha hecho que los tratamientos fitosanitarios no hayan sido efectivos, lo que repercutirá sin duda en el rendimiento de los cultivos de trigo ahora en época de recolección. Su incidencia está por determinar hasta que no finalice la cosecha y el temor reside en las cuantiosas pérdidas que puede ocasionar y en el posible rebrote de la enfermedad en la próxima campaña. Un factor de expansión puede estar precisamente en el transporte de la espora del hongo (puccinia striiformis) de unas fincas a otras a través de las propias máquinas cosechadoras.
ASAJA GRANADA ha solicitado por este motivo a la Delegación Provincial de Agricultura que arbitre una autorización excepcional para la quema de rastrojos en los municipios o comarcas afectados por la Roya Amarilla con el fin de reducir o eliminar el hongo causante de esta destructiva enfermedad que ataca al cereal (fundamentalmente el trigo), sin perjuicio de atenerse estrictamente a las condiciones específicas y generales para el uso del fuego en labores agrícolas, reguladas por la Ley forestal de Andalucía y por la normativa de la Condicionalidad (orden 22 de junio de 2009 modificada por la orden de 22 de junio de 2012). La normativa de la Condicionalidad establece, de hecho, que la quema puede ser autorizada por razones fitosanitarias, siendo este es el caso que acontece.
Como medida de prevención insta también a la autoridad competente a que, ante señales de alerta, realice inspecciones de campo y notifique al productor la posible incidencia de la Roya Amarillla para que este aplique oportunamente las medidas de control fitosanitario que correspondan. Aconseja, por otra parte, a los agricultores que no utilicen la semilla afectada por la enfermedad en las siembras de la próxima campaña.