Los niveles de agua de la balsa del Sapo, en Las Norias de Daza (El Ejido), se han reducido 1,30 metros en poco más de dos meses, desde que la Junta de Andalucía pusiera en servicio el nuevo sistema de impulsión, según las últimas mediciones realizadas por la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente.
Los dos bombeos que tiene en marcha la Junta de Andalucía, unidos a la climatología de las últimas semanas –el calor y el viento favorecen la evaporación- «han rebajado el volumen de agua estancada en las balsas a unas cotas de seguridad razonables, tanto para los vecinos como para los agricultores que tienen sus viviendas y sus explotaciones agrícolas cerca de ellas», según el delegado territorial de la Consejería, José Manuel Ortiz.
La reducción de los niveles de agua de las balsas ha sido posible gracias al nuevo sistema de impulsión que puso en marcha la Junta de Andalucía a mediados de febrero, con capacidad de bombear 500 litros por segundo. De esta manera, con el nuevo sistema y el que se puso en funcionamiento hace dos años, en estos momentos se están achicando unos 680 litros de agua por segundo.
Estos casi 700 litros por segundo es el caudal estimado por el Instituto Geológico y Minero de España para reducir el nivel de agua de la balsa a la cota de seguridad, con lo que en poco más de dos meses se ha conseguido revertir la situación creada tras las lluvias excepcionales registradas en el invierno de los años 2009 y 2010, que elevaron de forma notable el nivel de las balsas y pusieron de relieve la insuficiencia del bombeo existente entonces -de 180 litros por segundo-.
13 millones de inversión
La segunda impulsión ha supuesto una inversión de la Junta de Andalucía de 5,7 millones de euros lo que unido a la inversión realizada en las primeras obras de impulsión así como en el mantenimiento de las mismas totalizan una inversión de unos 13 millones de euros. Las obras de esta nueva impulsión de 500 l/s han consistido en la construcción de un nuevo sistema de captación de agua junto al existente, una nueva estación de bombeo, un edificio de válvulas y un nuevo calderín antiariete junto a los actuales. Asimismo se ha llevado a cabo la ampliación de la instalación eléctrica, una nueva conducción de aguas y una arqueta para vertido al cauce de la rambla Colomina.
El primer bombeo se realiza desde un pozo ubicado en una plataforma de escollera que ha sido ganada a la balsa. La balsa se divide en dos vasos y en cada uno hay una plataforma de escollera con dos pozos. Para el segundo bombeo se han construido nuevos espigones, pozos, conducciones e instalaciones auxiliares en ambas balsas.