Coincidiendo con el día Mundial de las luchas campesinas, organizaciones de agricultores, ecologistas y consumidores han realizado esta mañana un acto de protesta para denunciar los efectos sociales, ambientales, económicos y para la salud de la presencia de cultivos transgénicos en el Estado español. Esta actividad se encuadra dentro de la semana de lucha contra los Transgénicos que, con el lema «POR UNA ALIMENTACIÓN Y UNA AGRICULTURA LIBRES DE TRANSGÉNICOS», vuelve a mostrar la movilización de la sociedad para poner fin a los transgénicos en nuestros campos y en nuestros platos.
El acto, realizado en las puertas del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha consistido en la lectura del manifiesto «Por una alimentación y una agricultura libre de transgénicos». Asimismo, Amigos de la Tierra, CECU, COAG, Ecologistas en Acción, organizaciones integradas en Plataforma Rural, y Greenpeace han entregado al ministro Arias Cañete un álbum con fotos de cientos de personas que han querido mostrar su rechazo a los alimentos transgénicos. Además, se ha instalado un «Photo-call» en el que numerosos transeúntes se han fotografiado con el logo «No quiero transgénicos».
Este año vuelve a denunciarse que en el Estado español se concentra casi el 90% de la producción de transgénicos de toda Europa, mientras países como Francia, Alemania, Italia, Polonia, Grecia, Bulgaria, Luxemburgo, Suiza, Irlanda, Hungría o Austria han prohibido estos cultivos en sus territorios debido a las serias dudas sobre sus efectos en la salud y los impactos demostrados sobre el medio ambiente.
«Los transgénicos son un instrumento de las empresas agroindustriales que destruyen el modelo de agricultura social y sostenible provocando la pérdida de la Soberanía Alimentaria y vulnerando el derecho a decidir qué comemos y qué cultivamos», ha declarado Eduardo López, responsable de la Ejecutiva de COAG.
Blanca Ruibal, de Amigos de la Tierra, ha afirmado que «la participación en esta semana de movilizaciones ha demostrado una vez más que la sociedad no quiere transgénicos, ni en el campo ni en el plato, el Gobierno por su parte deja claro que está de parte de las multinacionales de semillas y no de la ciudadanía».
David Molina, de Ecologistas en Acción, ha incidido en que «los transgénicos, asociados a grandes empresas transnacionales y al uso de insumos químicos para su cultivo, son una amenaza para nuestra salud, el medio ambiente y la agricultura».
Por parte de las personas consumidoras, Ana Etchenique, vicepresidenta de CECU ha dicho que «los consumidores exigen más información sobre la presencia de transgénicos en la alimentación, por eso la legislación actual es insuficiente».
«Los transgénicos son una seria amenaza para sectores clave como la agricultura ecológica y la apicultura, en los que el Estado español es el exponente máximo en Europa. Permitir el cultivo de transgénicos es impedir el crecimiento económico de estos sectores y anular la posibilidad de un medio rural vivo», ha concluido Luís Ferreirim, de Greenpeace.
‘Almería libre de transgénicos’
Enmarcada dentro de la V Semana Estatal de Lucha Contra los Transgénicos, COAG Almería está desarrollando a lo largo de esta semana la campaña de apoyo y concienciación ‘Almería libre de transgénicos’.
«En sólo dos días hemos recogido casi medio centenar de imágenes donde los almerienses, de distintas profesiones, se han fotografiado con el cartel de ‘NO QUIERO TRANSGÉNICOS’. Además, varias decenas de personas también han mostrado su apoyo a esta campaña a través de las redes sociales. No queremos ni el campo ni en la mesa ningún producto que pueda ser perjudicial para nuestra salud o para los animales», asevera Andrés Góngora, Secretario Provincial de COAG Almería.
Aquellas personas que desconocen el significado de «transgénico se quedan sorprendidos cuando les explicamos qué son y por qué nos posicionamos en contra de este tipo de cultivos. Los almerienses que están participando en esta campaña coinciden en que no quieren que se comercialicen productos que puedan ser dañinos, más aún, si tenemos en cuenta la calidad con la que cultivamos en esta provincia», concluye.