La organización agraria Coag ha lanzado contra el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente unos 500 kilos de hortalizas, principalmente tomates aunque también calabacines y pimientos, en protesta por el nuevo acuerdo agrícola entre la Unión Europea y Marruecos, en vigor desde octubre.
A las puertas del Ministerio, han arrojado además cajas llenas de arena, con la que quieren simbolizar el abandono y la desertización en las zonas productoras españolas que la entrada irregular de tomate marroquí en la Unión Europea podría provocar en su opinión.
Los manifestantes portaban pancartas en las que podía leerse «Cañete, contigo la agricultura se va al garete» y profirieron una sonora pitada contra el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete.
Varios centenares de representantes de las principales zonas productoras hortofrutícolas españolas se han concentrado frente a las puertas del Ministerio «en defensa de las frutas y hortalizas españolas y contra la entrada ilegal de productos de Marruecos», ante la mirada de una veintena de efectivos de la Policía Nacional que acudieron en 5 furgones.
En declaraciones a los medios, el secretario general de COAG, Miguel Blanco, ha pedido un «control estricto» de las importaciones desde Marruecos ante el «incumplimiento» de los acuerdos, para evitar «arruinar al sector hortofrutícola español».
Blanco ha planteado al ministro que «tiene que asumir que representa a los intereses españoles y no a los marroquíes.
«Esta batalla no ha hecho más que empezar» debido a los incumplimientos de los acuerdos con Marruecos, ha añadido.
«Si el ministro no cumple con su papel institucional y democrático, nosotros responderemos en las calles y se levantarán las zonas productoras contra el acuerdo y, por supuesto, contra Arias Cañete, que está vendiendo literalmente el sector a intereses ajenos», ha afirmado.
En los 15 primeros días de noviembre, apenas un mes después de la entrada en vigor del acuerdo, ya se ha incumplido para el tomate, con precios de entrada que han llegado a caer hasta los 46 céntimos de euro por kilo, un -37 %.
Para Blanco, los acuerdos no se cumplen y «arruinan» a los productores nacionales porque arrastran los precios por debajo de los costes (unos 50 céntimos de euro por kilo en España), y se incumplen las obligaciones aduaneras de Marruecos y el pago de los pertinentes aranceles, una situación de la que responsabiliza tanto al Gobierno español como a la Unión Europea (UE).
En este sentido, ha indicado que a estas instituciones «no les importa» el futuro de más de 200.000 productores hortofrutícolas, sino más bien los intereses de «grandes capitales» y agroexportadores europeos y españoles, y empresas de Marruecos, algunas de ellas vinculadas -según Coag- a la Monarquía alauí.
El responsable de frutas y hortalizas de Coag, el almeriense Andrés Góngora, ha afirmado que esta provincia pierde 4 millones de euros al mes por la presión del tomate marroquí; que en Murcia «se han cerrado más de 200 explotaciones» dedicadas a este cultivo y que «Almería y la Costa de Granada siguen el mismo ritmo».
«Se está abandonando una actividad que está generando muchísimo empleo y que está en manos de pequeños y medianos agricultores en su mayoría», ha añadido Góngora.
Coag ha subrayado ante los medios de comunicación la actitud «autoritaria y dictatorial del ministro» tras recibir una comunicación oficial en la que se les prohíbe su participación en el Comité hispano-marroquí previsto para hoy, en el que se darán cita responsables del Gobierno de ambos países y de las organizaciones de agricultores, las cooperativas y los exportadores españoles.