Previa a su movilización contra la celebración del Comité Mixto Hispano-Marroquí el próximo viernes en Madrid, ante la sede del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos denunció públicamente que el actual Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Marruecos «vulnera los derechos de los consumidores europeos». Y es que, tomando como referencia un escrito realizado por el ministro de Asuntos Exteriores de los Países Bajos, Uri Rosenthal, en respuesta a una pregunta de un parlamentario holandés, en la que tildaba de «engañoso» el etiquetado de los productos procedentes de Marruecos, en Coag aseguraron que se vulnera ese derecho del consumidor porque las etiquetas limitan su capacidad «para discernir si un producto que específica que es originario de Marruecos se cultivó en el Reino, o en realidad se produjo en el Sahara Occidental».
En el escrito del ministro holandés expone que «el Acuerdo es legítimo sobre el territorio marroquí. Marruecos no tiene ningún derecho sobre los productos del Sahara Occidental». Asimismo, explica que «la Aduana holandesa hará seguirá este asunto».
Uno de los argumentos que expusieron en Coag para oponerse a la renovación del Acuerdo fue precisamente que «el Reino alauita no tiene derechos sobre dichas producciones y además limitaba la legitimidad del Acuerdo sólo a nivel de Marruecos, ya que tal y como sostiene la Organización de naciones Unidas (ONU) Marruecos no tiene reconocida la soberanía de los territorios del Sahara Occidental». Por tanto, para Coag, debían quedar excluidas las producciones del Sahara Occidental en el intercambio comercial. A colación, aclararon en la organización agraria, «la legislación europea de frutas y hortalizas establece que los productos destinados a ser vendidos frescos al consumidor solo podrán comercializarse si en ellos figura la indicación del país de origen.
Andrés Góngora, responsable estatal de Coag de Frutas y Hortalizas y secretario provincia de Coag-Almería, comentó que «se vuelve a hacer patente que el Reino de Marruecos realiza una apropiación indebida de productos del territorio Saharaui y que además su intención es desleal con el consumidor europeo, al que busca engañar con un etiquetado erróneo haciéndole pensar al consumidor que está comprando productos de Marruecos cuando en realidad proceden del Sahara Occidental».
