La colaboración entre empresas y organismos de investigación es crucial para desarrollar grandes proyectos de investigación e innovación que mejoren la rentabilidad de las explotaciones agrarias. Un ejemplo de ello es la iniciativa que han puesto en marcha cinco empresas de la industria auxiliar de la agricultura, el Centro Tecnológico Tecnova y la Universidad de Almería para diseñar un invernadero en el que se concentren las últimas tecnologías y que favorezca la optimización de los recursos disponibles, poniendo en valor la actividad que se desarrolla en el campo almeriense. ‘Humidex: Control del nivel de humedad como factor limitante de la competitividad, empleabilidad y capacidad exportadora del clúster agroindustrial andaluz’, «se trata de un proyecto que revolucionará el sistema de producción hortofrutícola bajo abrigo», valora Mari Carmen Galera, gerente del Centro Tecnológico Tecnova.
La idea fundamental de Humidex, concreta Galera, « es crear una nueva generación de invernaderos y equipamiento tecnológico, dentro del contexto del campo andaluz, que logre una producción ininterrumpida capaz de romper con la estacionalidad de los cultivos bajo plástico». De esta forma, Humidex, «permitirá aumentar la actividad del tejido empresarial almeriense, y con ello generar empleo y riqueza, aumentar la capacidad exportadora de la industria auxiliar agrícola, llevándola a posicionarse como uno de los sectores de referencia en los mercados nacional e internacional».
La intención es proyectar una estructura en la que se mantenga un control exhaustivo de la humedad que permita, la refrigeración del interior del invernadero en verano, y la inyección de calor durante el invierno, utilizando sistemas de última generación sin un elevado coste. Éste, entre otros, es uno de los aspectos que se potenciarán en la nueva estructura, cuyo desarrollo lo llevará a cabo la empresa Sistemas de Calor. Además de esta entidad, colaboran en el participan en el proyecto, Novedades Agrícolas, Agrobío, Almeriplant y Alarcontrol. Así, Novedades Agrícolas, que además es la líder del proyecto, se encargará del diseño de nuevo modelo de producción agrícola para la optimización de la lucha biológica con sistemas de control climático integrados. Por su parte, Agrobío se ocupará de desarrollo de reservorio para control biológico, estudio de nuevos enemigos naturales y desarrollo de producción biológica sostenible. Alarcontrol, diseñará el emparrillado móvil para el incremento de incidencia luz solar en cultivos. Finalmente Almeriplant, desarrollará un cultivo in vitro y control germinativo y sanitario de semilla comercial. Y es que, este proyecto cuida al detalle todos los procesos.
Esta iniciativa favorecerá la reducción del uso y aplicación de sustancias químicas en el cultivo, lo que, como determinan en el estudio previo, se conseguiría incrementar el valor de las producciones hortofrutícolas que se generan en el campo andaluz. Asimismo, se contempla la posibilidad de incrementar el volumen de producto a través de la implantación de sistemas que permitan un mayor aprovechamiento de la radiación solar, a través de la movilidad de las plantaciones, en función de la inclinación con la que penetre la luz en el invernadero. En definitiva, se trata de favorecer el cultivo de hortalizas y frutas durante los doce meses del año, superando los límites de la producción estacional. También se trabaja en la adaptación de nuevas variedades en la nueva estructura de invernadero.
Cinco millones
Este proyecto, detallan en el Centro Tecnológico Tecnova, «se ejecutará íntegramente en Andalucía a lo largo de 3 años -hasta finales de 2014. Supone para las empresas una inversión de más de 5 millones de euros, y está cofinanciado con cargo al Fondo Tecnológico (Fondos Feder), a través de la Agencia IDEA, y por el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI)».
Espacios diferenciados para optimizar el control biológico de plagas
Para lograr los objetivos del proyecto se están desarrollando diferentes líneas de investigación. Uno de los estudios que se están llevando a cabo se centra en el diseño de un modelo de invernadero en el que se establezcan dos espacios diferenciados, con el objetivo de que, en ellos, se puedan desarrollar actividades distintas, pero a la vez complementarias, por ejemplo, en una se podría cultivar y en la otra generar un ecosistema para la fauna auxiliar, que se utiliza para la lucha contra las plagas que afectan a los cultivos. De esta manera, «se podrían obtener cosechas más productivas y libres de residuos químicos», Mari Carmen Galera, gerente del Centro Tecnológico Tecnova
Otra de las líneas de investigación, parte de la necesidad de dar movilidad a las plantas para la mejor recepción de radiación solar. En este sentido, están trabajando en el desarrollo de un automatismo con capacidad para detectar el grado de luz recibida, con el fin de evitar la sombra en los cultivos.
Igualmente, se están estudiando la mejora de los programas actuales de control integrado de plagas en los cultivos de pepino y tomate, mediante nuevos sistemas de introducción y distribución de la fauna auxiliar en los invernaderos. Además, se están desarrollando los sistemas de fitoseídos depredadores para cultivos y plagas que actualmente no disponen de una solución biológica.
En el Centro Tecnológico Tecnova exponen que «otro de los trabajos que se están realizando se centra en la puesta a punto del cultivo de tejidos y la micropropagación de hortalizas, así como control germinativo y sanitario de semilla comercial. Con este objetivo cumplido, se conseguiría material vegetal garantizado y mejora de rendimientos, tanto de planta útil como de prendimientos en planta injertada».