Malas percepciones en esta campaña de cereal en la provincia de Almería que se encuentra en estos momentos desarrollándose y en la que Asaja estima una importantísima reducción de la cosecha de cereal, principalmente en la zona de Los Vélez que es donde se concentra el grueso de la producción almeriense (82%). Recordar que en Almería se cultivan alrededor de 15.700 hectáreas de cereal, la mayoría de cebada y avena.
Y es que las mermas provocadas por las heladas del invierno y la dura sequía han provocado una pérdida de un 80% de la producción de cereal almeriense de este año, existiendo incluso explotaciones que se van a quedar sin recolectar debido a la escasez.
Así lo confirma José Serrano, Vicepresidente de Asaja y responsable provincial de la sectorial de cereal y ganadería, quien apunta además que esta preocupación se extiende al sector ganadero «ya que la escasez de cereal provocará que se tenga que importar más cantidad tanto para la siembra de la próxima cosecha como para poder alimentar el ganado». Las consecuencias derivadas de la sequía ya están ocasionando un sobrecoste al ganadero de alrededor de 40 euros por animal, a lo que se une la subida del precio de productos como la paja que ya se ha visto incrementado en un 250% respecto al año anterior.
Esta situación de pérdida en la cosecha puede trasladarse al resto del país, tal y como confirma la sectorial nacional de cereales de Asaja respecto a la producción, que arrojan una cifra de 11 millones de toneladas, de las cuales 4,125 millones corresponden a trigo blando (30,74% menos respecto al año pasado); 0,35 millones a trigo duro (- 62,48%); 5,325 millones a cebada (- 36,06%) y 1,2 millones de toneladas corresponden a otros cereales que se reducen en un 26%.
La cifra total de producción, 11 millones de toneladas, supone una reducción del 28% en comparación con la campaña anterior y del 30% con respecto a la media de los últimos cinco años, una merma que se debe fundamentalmente a la grave sequía sufrida durante el invierno en la mayor parte del país. Los descensos más significativos han tenido lugar en Andalucía (-70%), Aragón (-70%), Extremadura (-55%), Castilla y León (-30-35%), Navarra (-25%) y Castilla-La Mancha (-25%). Como contrapartida con la drástica reducción de la producción, la actual campaña se caracteriza por una muy buena calidad del grano tanto en cebadas como en trigos, registrándose unos parámetros óptimos de humedad, proteínas y vitrosidad.
Según los datos de Asaja, la superficie total de cereales de invierno se mantiene estable respecto a campañas anteriores, con un aumento significativo del trigo duro, que incrementa su superficie en más de un 12%.
Por lo que respecta a las previsiones mundiales de producción de cereales, el Consejo Internacional de Cereales ha estimado una cosecha de 1.873 millones de toneladas -de los cuales 671 corresponden a trigo-, mientras que espera un aumento del consumo mundial de cereales en un 1,6%, alcanzando los 1871 millones de toneladas. Por otro lado, se prevén unas existencias ó remanentes de cereales a nivel mundial de 373 millones de toneladas.
En cuanto a los precios de los cereales en España, Asaja considera que no existen motivos para pensar que los precios desciendan, sino todo lo contrario. La drástica reducción de kilos, la buena calidad del grano, unos stocks de campaña mínimos y el fortalecimiento de las exportaciones europeas a los países de la zona dólar como consecuencia de un cambio favorable en la paridad dólar/euro hacen pensar en unas cotizaciones altas durante esta campaña de comercialización.
Por último Asaja, consciente de que este año el déficit español en cereales se incrementará como consecuencia de la reducción de cosecha, ha solicitado al gobierno que las importaciones de cereales se realicen de la forma menos lesiva posible para los intereses de nuestros productores. En este sentido, la subdirectora general de cultivos herbáceos del Magrama, Susana Humanes, que ha participado en la reunión de la sectorial de cereales de Asaja celebrada la semana pasada, ha anunciado la intención del ministerio de respectar los calendarios previstos en la ejecución de los contingentes y en ningún caso autorizar importaciones de cereales procedentes de terceros países mientras se desarrolla la campaña de recolección en España.