Andrés Conesa, ingeniero agrónomo, ha realizado una jornada técnica, sobre la optimización de los procesos de manipulado hortofrutícola en la agroindustria, en un acto en el que han estado presentes profesionales del sector muy interesados en este tipo de procesos como una vía para detectar términos de calidad en los productos hortícolas. Las frutas y hortalizas, siguen vivas aún después de ser recolectadas, y es que éstas continúan respirando, madurando en algunos casos e iniciando procesos de senescencia en todos los casos que las conducen hacia su final.
Cualquier vegetal cosechado, está expuesto a pérdidas de agua debido a la transpiración, así como a procesos fisiológicos diversos que se traducen en una pérdida inexorable de la CALIDAD. Los productores y las comercializadoras son conscientes de que la calidad, junto con la competitividad (costes) no son caprichos, sino las claves en la comercialización. En aras de preservar la calidad y reducir la pérdidas económicas derivadas de un manejo postcosecha inadecuado, Tecnova trabaja varias líneas, destacando la reducción de daños mecánicos y la aplicación de tecnologías emergentes como la luz ultravioleta.
Los daños mecánicos o lesiones físicas se pueden producir en campo, cosecha, manipulación, transporte y almacenamiento. Un problema que se da en estos casos es que si bien algunos frutos dañados, presentan síntomas evidentes antes del almacenamiento, en otros casos, pasan desapercibidos inicialmente y posteriormente sufren el ataque como consecuencia de dichos daños, de hongos (podredumbres) o la incidencia de alteraciones que deprecian su calidad.
Las líneas de manipulación comerciales son uno de los puntos de la cadena comercial donde la fruta recibe daños mecánicos de diferentes características. Las pérdidas derivadas por daños mecánicos pueden llegar hasta el 20% dependiendo del producto, grado de madurez, estado de turgencia, etc. Sus efectos son entre otros:
• Aumento de las pérdidas de agua.
• Mayor incidencia en pudriciones y alteraciones fisiológicas.
• Depreciación de la apariencia visual.
En Tecnova, la metodología de trabajo para ayudar a reducir la presencia de daños mecánicos sigue la siguiente dinámica:
• Análisis de la línea
• Cuantificación de daños
• Interpretación de datos
• Propuesta de mejoras para las líneas
En este sentido, la Fundación hace uso de un dispositivo conocido como fruto electrónico, que se adapta perfectamente a las condiciones de trabajo de la línea y permite cuantificar los impactos producidos en cada elemento de la misma. Las medidas concretas que se pueden adaptar en los puntos críticos de las líneas son diversas y algunas pueden consistir en
• Introducir elementos deceleradores pasivos.
• Sincronización de los movimientos entre diferentes elementos de las líneas de manipulación.
• Eliminación en la medida de lo posible de los impactos fruto-fruto…etc.
Por otro lado, Tecnova está aplicando con éxito la desinfección mediante luz ultravioleta tipo C, de gran aplicación en las líneas de manipulado, cuyas ventajas permiten reducir podredumbres postcosecha, aumento de la vida útil de los productos, aumenta la presencia de compuestos saludables, no genera residuos, etc.
La luz ultravioleta posee propiedades fungicidas que se conocen desde hace algún tiempo por parte de la comunidad científica. Sin embargo, su aplicación en las líneas de manipulado no se ha producido hasta la fecha. Tecnova, a través de un proyecto financiado por la Agencia Idea, ha sido capaz de llevar a la práctica esta tecnología que se pone a disposición de comercializadoras y centrales hortofrutícolas. Los ensayos llevados a cabo por el departamento de tecnología postcosecha del CT Tecnova, han demostrado la eficacia de esta tecnología reduciendo la incidencia de podredumbres, en algunos casos hasta un 40% (berenjenas y pimientos), conservando la firmeza de los frutos y aumentando la concentración de algunos compuestos naturales o de la actividad antioxidante.
En resumen, todavía es necesario optimizar muchos aspectos de la postcosecha, para lo cual el Centro Tecnológico Tecnova cuenta con personal, instalaciones y equipamiento de laboratorio adaptado a ello. Con todo ello, se busca dar servicios a las empresas hortofrutícolas, ya que Tecnova ha detectado que se trata de una necesidad cada día más demanda por éstas. .