La recolección exige una buena máquina y una buena regulación de la misma, además de experiencia, saber hacer, estado de grano y condiciones ambientales. Deben vigilarse parámetros como: altura de corte, velocidad de avance, velocidad del molinete, velocidad de rotación del cilindro, separación cilindro-cóncavo, velocidad de giro del ventilador, etc.
Una mala regulación combinada con otras malas prácticas, pueden generar pérdidas importantes de cosecha. Las pérdidas vienen motivadas por las condiciones del propio cultivo (humedad, encamado), incluso por dehiscencia natural de las espigas, condiciones ambientales, mala regulación de la máquina, y por calidad de la propia cosechadora o su adaptación al cultivo.
Condiciones atmosféricas en el momento de la cosecha
Humedad ambiente: Si la espiga está muy húmeda para su recolección las cuchillas no podrán cortar bien el tallo.
Viento: Con fuerte viento puede que las espigas no entren en las cosechadoras o se desprendan en la plataforma de corte.
Humedad del grano: Los granos con elevada humedad pueden sufrir daños en la recolección ya que no tienen la dureza exigida.
Regulación de la máquina y diseño de los elementos que la componen
Velocidad de avance: Una velocidad de avance excesiva significa una sobrealimentación que repercutirá en un atasco de la mies en la cuchilla, en el tornillo sinfín, o incluso en la boca de carga. La velocidad de trabajo está correlacionada con el estado del cultivo, un exceso de paja obliga a reducir la velocidad de avance o a subir la altura de corte. Trabajar con velocidad de avance muy baja no es garante de buen trabajo pues se puede llegar a partir el grano por exceso de trilla.
Plataforma de corte: Una pérdida de espiga entera puede ser por tener mal regulada la altura de corte, excesivamente alta para algunas espigas que nacen de los «hijos», o bien porque la cosecha esté «encamada» y no se disponga o no estén bien regulados los dedos «levantamieses».
Molinete: Se puede adelantar o retrasar respecto a la plataforma de corte. También se puede regular su velocidad de giro (velocidad adecuada entre 10 y 30 rpm). Una velocidad inadecuada o una posición del molinete, excesivamente adelantado o retrasado y bajo, puede ocasionar que no se llegue a cortar la espiga. O bien puede ocurrir que la espiga sea cortada pero la velocidad de giro sea muy lenta y no empuje la espiga hacia el interior de la cosechadora. O incluso que al girar excesivamente rápido desprenda granos de las espigas, o descabece éstas del tallo y no caigan en la plataforma. Otro factor a vigilar es la separación entre el sinfín embocador y la superficie de la plataforma de corte, si la distancia es excesiva, los dedos retráctiles no empujan a la mies cortada hacia el interior de la máquina.
Cilindro desgranador y cóncavo: En la regulación del cilindro cóncavo hay que tener en cuenta la separación entre ambas superficies y la velocidad de giro del cilindro. Si la separación entre cilindro y cóncavo es excesiva o bien el cilindro gira a una velocidad muy lenta, aparecen espigas con grano parcial en la salida de paja. Un exceso de velocidad del cilindro o que la separación de trilla sea demasiado pequeña, ocasiona grano partido.
Sacudidores: El grano se pierde con la paja debido, o bien a poca velocidad de los mismos, o porque están colmados.
Cribas de limpia: El grano se puede perder con el tamo.
Ventilador: Si la corriente de aire va muy forzada se puede perder grano al mismo tiempo que granzas y tamo.
Innovaciones que van desarrollando los fabricantes
Aumento de la superficie de trilla. Automatización de manejo y regulación, programable para cada cultivo con memoria de regulación de trilla (velocidad y separación). Cosechadoras que adaptan su plataforma de corte a las irregularidades y desniveles del terreno, con nivelación automática para trabajar en laderas. Sistemas de cilindros de flujo axial. Sistemas de agricultura de precisión (monitores de rendimiento y GPS). Sistemas «Can Bus» o «cables inteligentes» para enviar y recibir información de sensores y actuadores.