El director del Laboratorio Agroalimentario de Granada, con sede en Atarfe, perteneciente a la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, ha anunciado que por falta de recursos no analiza la acidez de la aceituna y que hay un número limitado de muestras diarias de otros tipos de análisis (rendimientos, suelos, hojas, etcétera.), cien por cliente, debiendo informar por teléfono, fax o correo electrónico antes de llevarlas al laboratorio. Esta repentina medida deja tirados a los olivareros en plena campaña de recogida de la aceituna, precisamente cuando más necesitan sus servicios para cotejar los análisis que realizan almazaras y cooperativas de la acidez y rendimientos de la aceituna para determinar los precios que reciben.
La labor de este laboratorio público, que forma parte de la Red de Laboratorios y Estaciones Enológicas (RELAE) de la Junta de Andalucía, junto con otros cinco centros andaluces, es encomiada por la alta precisión de sus resultados y por su importante trayectoria, destacándose entre sus logros la rápida respuesta ante la falsa acusación de Alemania por la supuesta contaminación por E. Coli de los pepinos, por detectar aflatoxinas en piensos o por el análisis de tierras de la presa de Aznalcollar. Se enorgullece, además, de prestar un gran servicio al sector agroalimentario, ya que hace el control oficial de los alimentos que se comercializan, verifica las características de los productos ecológicos y los acogidos a la marca de calidad agroalimentaria de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, y también al agricultor, destacando que el tiempo medio entre el registro de muestras y la obtención de datos por parte del solicitante era poco más de dos días y no se registraban stocks de nuestras sin analizar. Parece que ahora faltan recursos y se toma una medida drástica en el momento más inoportuno.
Desde Asaja Granada «reclamamos que el laboratorio siga funcionando como hasta ahora con el fin de que los agricultores no tengan que recurrir a laboratorios privados que, aunque autorizados y registrados por la Junta, no forman parte de la Red de Laboratorios y Estaciones Enológicas, e imponen tasas mucho más caras. Hemos trasladado nuestro malestar y queja al delegado provincial de Agricultura para que arbitre una posible e inmediata solución.