Asaja vaticina una nueva campaña hortofrutícola «récord» en producción, pero «nefasta» en precios

La campaña hortofrutícola 2017-2018 se recordará, finalmente, si la primavera no lo remedia, por aglutinar muchas de las condiciones invernales para vender a buenos precios, sin haberlo logrado. Y es que, precisamente «cuando Almería, en los meses de enero y febrero concentra el 90% de la producción que sale al mercado europeo, este año, y a pesar de que las temperaturas redujeron considerablemente la producción, se ha vendido a precios muy bajos para dicho momento y tales circunstancias», sentenció Francisco Vargas, presidente de Asaja Almería, quien junto a la secretaria general de la organización agraria, Adoración Blanque, ofreció a los medios, en la sede de Asempal, un análisis de producción y cotizaciones de la actual campaña. Incluso se atrevió a augurar una cantidad aproximada de la producción final de esta campaña.

Y es que, a mitad del ejercicio, y según esta organización la producción de las principales frutas y hortalizas (pimiento, tomate, berenjena, pepino, calabacín» ya supera los 2,4 millones de toneladas, por lo que vaticina una nueva «campaña récord, que superará, sumando sandía y melón cultivados bajo abrigo, los 3,6 millones de toneladas. Así, a este histórico, «habrá que añadir que será una campaña hortofrutícola nefasta en precios», dijo Vargas, según la información recopilada por Asaja, que contabiliza también las producciones que se cultivan en Almería pero que se comercializan a través de otras entidades que se ubican fuera de la provincia. De esta forma, estiman que la producción final será un 15% más elevada que la pasada, «principalmente por la suaves temperaturas del otoño y la previsión de unas temperaturas al alza en esta primavera».

Sobre la superficie cultivada, teniendo en cuenta las explotaciones bajo abrigo, en total la organización agraria apunta a un incremento del 5% en relación al pasado ejercicio hortofrutícola.

La campaña actual comenzó con «malos precios» pero pronto se recuperaron, según valoró Vargas. Así, con «precios medianamente aceptables», llegó el invierno. A partir de ese momento, los agricultores comenzaron a «sufrir unas cotizaciones que no se corresponden con las circunstancias en las que se está desarrollando la campaña». No en vano, sobre los precios que marcaron las hortalizas durante la pasada campaña, atendiendo a la mitad del ejercicio, «todas las hortalizas se están vendiendo este año más baratas en origen, aunque no ocurre lo mismo en destino, ya que los consumidores no se benefician de ello», valoró Vargas.

Según los datos aportados por la patronal agraria, la hortaliza que más se depreció en la primera parte del ejercicio, en relación al pasado curso, fue la berenjena, con un 34% menos de valor; en el caso del calabacín, la caída de su precio lo fija Asaja en un 32%. A estas dos verduras, le sigue el pepino, que marca un 27% menos en su cotización media; el pimiento, con un descenso de su valor del 16%; y el tomate, cuyo precio cae un 12%. Según apuntó el presidente de Asaja, «la caída media de los precios teniendo en cuenta la comercialización de estos productos, los más relevantes, es del 20% en relación a la media de la pasada campaña hortofrutícola».

Los descensos, si se compara con las últimas campañas (Asaja elimina la de mejor y la de peor resultado), solo el tomate mejoraría su precio medio este año, con un aumento del 1%. El resto de hortalizas seguirían en negativo. El pepino marca un descenso de valor del 18%; la berenjena, un 18%; el pimiento, un 8%; y el calabacín, un 6%.
Para esta organización agraria el principal escollo de la campaña, por tanto, está siendo la cotización de las hortalizas. Ello lo achaca íntegramente a la comercialización, a las empresas hortofrutícolas, y en mayor medida a las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH), al no activar, «cuando es preciso» la gestión de crisis de mercado, que propone herramientas que «son muy interesantes para tratar de equilibrar las situación de los precios obteniendo ingresos por los productos».

Cuando se paga «barato al agricultor», dijo Vargas, «alguien está ganando mucho dinero». Para tratar de combatirlo, manifestó el dirigente agrario, «es necesario que haya una coordinación del sector almeriense, organizándose para eliminar intermediarios, como hacen en otros países». Al hilo, Vargas puso como ejemplo a Príncipe de Bretaña, una entidad que aglutina a distintas organizaciones de productores, que canaliza la venta de todos los productos y lo hace directamente con las cadenas de distribución, explicó el presidente de Asaja.
Sobre la campaña de primavera, concretamente en referencia al cultivo de melón y sandía, Asaja corroboró la información ofrecida por la Delegación Territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural. Es decir, contabiliza menos cultivo de melón y un mantenimiento al alza en plantaciones de sandía. Una tónica habitual en los últimos años en la provincia de Almería.

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