La superficie de tomate con control biológico se duplica en esta campaña

La realidad ha confirmado las primeras estimaciones que tanto empresas del sector como la propia Delegación Territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente habían realizado sobre la implantación del control biológico en la superficie de tomate cultivada durante la actual campaña. Y es que, los datos finales demuestran que el porcentaje en el que ha crecido ha superado el 100%. Se ha duplicado, por tanto, el número de hectáreas en los que los agricultores de tomate han apostado por el control biológico para luchar contra las plagas en el invernadero.

 

Datos recientes de la Delegación Territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente ponen de manifiesto que esta campaña, que se han cultivado con control biológico 7.350 hectáreas, cuando en la pasada la superficie final en la que se implantó está práctica más natural contra las plagas en 3.154. En dicho ejercicio agrícola ya se produjo un cambio importante al superarse las 3.000 hectáreas, más de 520 que en el precedente, incrementándose entonces un 20%.

En los últimos cinco años la utilización de fauna auxiliar en los invernaderos en cultivo de tomate destaca sobre el resto de plantaciones hortofrutícolas. En la campaña 2007-2008 se finalizó con 1.277 hectáreas, este año, la cifra toma el rumbo hacia las 8.000 hectáreas. Este comportamiento, lo adelantaba ya el propio delegado Territorial de Agricultura, José Manuel Ortiz al inicio de la campaña, así como José Antonio Santorromán, director gerente de Agrobío, en unas jornadas especializadas en la materia celebradas en Almería hace algo más de un año. Los avances que se habían llevado a cabo en control biológico de tomate auguraban un éxito, tal y como se ha confirmado. De esta forma, como predijo el responsable de Agrobío, todo está servido para que en poco tiempo se alcance el 100% de la superficie de tomate cultivada con este método que, además de mejorar la calidad del fruto, respeta el medio ambiente.

Los avances de las entidades públicas dedicadas a la investigación aplicada a la agricultura, como el Instituto de Formación e Investigación Agraria y Pesquera (Ifapa), así como la Fundación Cajamar y empresas como Agrobío o Koppert, entre otras, con departamentos en los que se genera un continuo progreso en el conocimiento de la materia, han propiciado que las técnicas utilizadas se adapten al cultivo de este producto, más rezagado, por ejemplo, que el pimiento.

La mayoría de los cultivos avanzan en la utilización de ‘bichos’ para controlar los efectos dañinos de las plagas. En el caso del pimiento se alcanza una superficie superior a las 7.800 hectáreas, la practica totalidad del cultivo que se desarrolla en invernadero. Sube igualmente la judía, aproximadamente unas 50 hectáreas hasta las 130, y el cultivo de pepino, para el que se han utilizado fauna auxiliar en más de la mitad de la superficie plantada, concretamente en 2.660 hectáreas. En berenjena, igualmente aumenta la implantación hasta las 1.220 hectáreas. Tanto en pepino como berenjena se ha registrado un crecimiento constante campaña tras campaña hortofrutícola.

Menos extensión

A diferencia de los cultivos señalados, en el campo almeriense se ha registrado un retroceso en la aplicación en el cultivo de calabacín. Mientras que en la campaña pasada se cubrieron 1.106 hectáreas, en la presente la cifra ha descendido hasta las 870 has.

En relación al melón, producto típico de la primavera almeriense, la apuesta de los productores por el control biológico ha sido menor. Este año se han cultivado con este método 2.780 hectáreas, cuando en la campaña 2011-2012 se desarrollaron con control biológico 3.120 hectáreas de melón. Idéntico comportamiento se ha evidenciado en las plantaciones de sandía. En la última primavera se cultivaron con este método 2.140 hectáreas, 580 menos que en la anterior campaña.

Según la información facilitada por la Administración regional, con estas cifras se alcanzan en la provincia de Almería las 25.000 hectáreas protegidas cultivadas con técnicas de control biológico. En la campaña pasada la superficie total se situó en 20.754 hectáreas, lo que supone un incremento del 25%.

El delegado Territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente valora esta apuesta decidida del campo almeriense, ya que demuestra que los agricultores y el sector en general ofrecen a los mercados europeos unas frutas y hortalizas producidas con la práctica de una agricultura más sana y respetuosa con el medio ambiente. Así, Ortiz recuerda el apoyo que en todo momento ha ofrecido la Junta de Andalucía para lograr este avance a través de las ayudas para el fomento del control biológico. En los últimos años la inversión realizada por los agricultores de Almería, la Junta y otras Administraciones Públicas en control biológico ha superado los 120 millones de euros.

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