Una auditoría de la Comisión Europea valora el control de plaguicidas que realiza la Junta de Andalucía en Almería

La Oficina Alimentaria y Veterinaria de la Comisión Europea ha valorado el trabajo que realiza la Delegación Territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente en Almería para el control del uso y comercialización de productos fitosanitarios. Un informe emitido tras una inspección realizada el pasado mes de marzo en Almería por dos auditores de la Oficina Alimentaria y del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, destaca que la Delegación Territorial dispone de un sistema de control adecuado y eficaz en relación con la comercialización y el uso de productos fitosanitarios, así como de planes de control coordinados, procedimientos documentados, comunicación entre autoridades, formación del personal y una ejecución adecuada de las medidas. También afirma que se dispone en Almería de una cooperación adecuada para controlar los plaguicidas ilegales.

 

El objetivo de la auditoría era evaluar los controles de plaguicidas, así como realizar un seguimiento de las medidas tomadas para abordar una serie de recomendaciones emitidas a raíz de la auditoría anterior realizada en 2007, tras la crisis del pimiento registrada en la provincia.

Esta valoración de la labor de la Junta, según el delegado territorial de la Consejería, José Manuel Ortiz, «lleva implícito también el reconocimiento al sector hortofrutícola de Almería, por el uso responsable que hace de los productos fitosanitarios para el control de plagas y enfermedades de sus cultivos, sector que a su vez reconoce el trabajo que lleva a cabo la Inspección de la Consejería».

Solo seis incidencias menores

Una muestra del buen uso de estos productos por parte del sector en Almería es el hecho de que en 2012, de las casi 850 actuaciones de control en las empresas que se realizaron, sólo se registró alguna incidencia menor en seis análisis de productos fitosanitarios (un 0,7% del total analizado), y en todos los casos fue por sobrepasar los límites máximos de residuos, pero en productos autorizados y en cantidades ínfimas.

El objetivo de la auditoría es la evaluación de los sistemas de control en relación con los plaguicidas, en concreto, comprobar cómo se realizan los controles oficiales relativos a la comercialización y el uso de productos fitosanitarios, y comprobar cómo se realizan los controles oficiales sobre el uso que hacen de ellos los agricultores.

Los auditores comunitarios han evaluado asimismo el funcionamiento de la Delegación Territorial en la organización de los controles, incluidos los procedimientos de autorización, los controles de los distribuidores y minoristas de productos fitosanitarios y los controles de los agricultores.

Textualmente, el informe de auditoría dice: «Se llevan a cabo unos extensos controles en relación con la comercialización de productos fitosanitarios con arreglo a lo dispuesto en el artículo 68 del Reglamento (CE) nº 1107/2009. Los controles incluyen comprobaciones sobre los requisitos en materia de formación y certificación de los distribuidores de productos fitosanitarios».

El equipo auditor ha observado varios ejemplos de una cooperación adecuada entre la Consejería de Agricultura y la Delegación Territorial de Agricultura y el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), así como la buena cooperación interna dentro de ambas organizaciones.

Asimismo, los auditores consideran que «en caso de incumplimiento, las autoridades competentes tomaron las medidas adecuadas para garantizar que el agricultor pusiera remedio a la situación. Las sanciones previstas fueron eficaces, proporcionadas y disuasorias».

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