Asaja reclama al gobierno español firmeza ante los nuevos presupuestos de la PAC

Hoy estamos pendientes de lo que suceda en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que se reúne hoy en Bruselas, donde se intentará alcanzar un acuerdo sobre las Perspectivas Financieras para el periodo 2014-2020, un presupuesto que viene marcado por las diferencias entre los propios países de la UE y que es de enorme trascendencia para el campo andaluz. De la ficha presupuestaria que se apruebe en este debate están pendientes 250.000 agricultores y ganaderos andaluces, cuya actividad está muy condicionada por la continuidad y la cuantía final de las ayudas de la PAC, que hoy en día suponen el 40% de los ingresos de la explotación.

 

Cabe recordar que España recibe anualmente 7.500 millones de euros en ayudas de la Política Agraria Común (PAC) de los que nuestra región recibe 2.000 millones de euros, un presupuesto fundamental para garantizar la supervivencia y la rentabilidad de nuestra agricultura y nuestra ganadería. Las explotaciones agrarias y la industria agroalimentaria, con el respaldo de la PAC, incrementan su potencial y su fuerza exportadora y están contribuyendo a generar empleo y a equilibrar la balanza comercial española y andaluza.

Por este motivo desde Asaja se ha instado al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, a no ceder al chantaje de los euroescépticos, liderados por Gran Bretaña, y a presentar una propuesta que apueste por más Europa y mantenga al menos el presupuesto con el que ha contado la PAC en el periodo 2007-2013.

El montante actual del presupuesto de la PAC es una «línea roja» que no se debe traspasar en la negociación, desde ASAJA queremos manifestar nuestro rechazo tanto a la primera propuesta de la Comisión Europea, presentada en junio de 2011, en la que pese a elevar el presupuesto global de la UE en un 5% se reducía el presupuesto agrario en un 11%, tanto como a la segunda propuesta oficial presentada por Van Rompuy en la Cumbre del pasado mes de noviembre, en la que elevaba el porcentaje del recorte para la PAC hasta el 18%, lo que en el momento actual sería un suicidio, puesto que con ello sólo contribuiría a reducir aún más el número de explotaciones, a elevar aún más la tasa de desempleo y a incrementar nuestra ya de por sí alta dependencia alimentaria de terceros países.

Se trataría de una reducción absolutamente incomprensible y contraria a todos los mandatos de las principales instituciones internacionales –FAO, OCDE, G-20- que ante la necesidad imperiosa de incrementar la producción agraria para satisfacer el crecimiento de la demanda alimentaria sostienen que se deben potenciar las ayudas públicas a la agricultura, tal y como ya lo están haciendo los EE.UU., Brasil o la propia China.

En esta misma línea, Asaja insta al presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, a que mantenga su compromiso con el sector agrario y a que junto a Francia y el resto de países defensores de la PAC defienda a ultranza y con la mayor firmeza un presupuesto agrícola suficiente para poder afrontar los numerosos retos de la agricultura y de la sociedad europea, puesto que nuestra agricultura garantiza además de unos productos de máxima calidad y seguridad, a precios razonables, el equilibrio y conservación de nuestros territorios, el tejido socioeconómico en los numerosos pueblos y el patrimonio natural y la biodiversidad.

Esta política, eje central de la Unión Europea desde su constitución, llegó en los años 80 a absorber el 71% del presupuesto global de la UE. Hoy en día recibe poco más del 40%, lo que equivale a sólo el 0,37% del PIB de toda la UE, y si se consagrara la reducción presupuestaria propuesta por la Comisión Europea su peso se reduciría aún más, hasta suponer tan sólo el 36,2% del presupuesto comunitario.

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