La rotura de una tubería de la impulsión de la balsa del Sapo podría deberse a una captación de agua de un particular

La rotura de un ramal del sistema de impulsión de agua de la balsa del Sapo, que tiene en servicio la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, podría tener su causa última en una captación de agua de dicha tubería por parte de alguna persona, captación de agua que se habría realizado sin autorización administrativa.

 

Según el informe de los técnicos que han inspeccionado la zona, el escape de agua del ramal se produjo por el desplazamiento de la tubería, desplazamiento originado por la socavación y el movimiento del punto de apoyo próximo a la válvula.

En este punto, según el informe de los técnicos, se ha encontrado una instalación de captación muy precaria -una manguera de plástico- que al parecer estaba siendo utilizada para derivar agua de la tubería de impulsión y desviarla a una balsa cercana. Esta captación no está autorizada por el titular de la impulsión, la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente.

Al parecer, debido a algún fallo de la captación irregular, se debió producir una fuga de agua, agua que unida a la procedente de las lluvias de ayer discurrió por una acequia hasta los cimientos de apoyo, provocando la rotura del ramal y la consiguiente fuga de agua, que terminó por afectar a algunas explotaciones próximas.

Con el fin de atajar la fuga de agua y de reiniciar la operación de bombeo de la balsa, la Consejería realizó ayer una reparación provisional de la tubería. El bombeo se interrumpió unos minutos después de las 8.00 horas de ayer -nada más recibir el aviso de la avería por parte de la asociación de vecinos ‘Cañada de Las Norias’-, mientras que unos minutos antes de las 15.00 horas se restableció el bombeo, una vez reparada provisionalmente la instalación.

La Consejería analizará los informes de daños que presenten los titulares de las explotaciones agrarias que se hayan podido ver afectadas por la fuga de agua, con el fin de evaluar el alcance de los mismos de cara a posibles reclamaciones de afectados, una vez que se determinen las responsabilidades últimas de la rotura. Asimismo, la Consejería ha encargado a sus servicios jurídicos que estudien la posibilidad de interponer una denuncia contra la persona o las personas que hubieran realizado una captación sin autorización en las instalaciones de bombeo de la balsa. En cualquier caso, la Consejería ya ha tomado medidas para que esta toma no autorizada quede inutilizada.

Desde la Consejería se pide a los agricultores que colaboren para evitar hechos como este que, finalmente, acaban produciendo daños a los propios agricultores por la irresponsabilidad de unos pocos, como es este caso.

El nivel de la balsa, ha subido

Por lo que se refiere a la situación de la balsa, de acuerdo con los datos registrados por la Consejería, desde el pasado día 28 de septiembre -un día de antes del comien-zo de las lluvias torrenciales en la provincia- hasta ayer -antes de que se produjera la avería-, el nivel del agua de la balsa del Sapo ha subido 8 centímetros. Asimismo, y debido a las lluvias de las últimas horas, desde ayer hasta hoy, el nivel ha subido 3 centímetros, nivel que es previsible que se incremente en las próximas semanas, debido a los retornos de las aguas de lluvia y del propio acuífero. Según inspecciones realizadas esta mañana, la distancia del agua a la carretera es de unos dos metros.

Esta subida, según los técnicos, se puede considerar normal, ya que, además del hecho de que la campaña hortofrutícola está en plena producción -lo que incrementa el volumen de los retornos del agua de riego-, hay que tener en cuenta el agua procedente de las ramblas que desembocan en esta zona, así como la subida del nivel de los acuíferos -por la infiltraciones de todas estas aguas-.

La Consejería mantiene la impulsión continua de 180 litros por segundo desde las balsas al mar, impulsión que funciona al máximo de capacidad de manera ininterrumpida desde que se puso en marcha. No obstante, el delegado territorial de la Consejería, José Manuel Ortiz, recuerda que esta impulsión es una solución provisional puesta en marcha por la Junta de Andalucía, con el fin de defender las zonas próximas a la balsa. Pero esta impulsión, según Ortiz, estaba pensada para bajar los niveles de las balsas en la circunstancias del tiempo en que se programó y ejecutó la obra (el año 2007). De hecho los niveles del agua, una vez ejecutada la obra, bajaron según lo previsto.

Sin embargo, esta impulsión -de carácter provisional- no estaba prevista para el caso de lluvias abundantes -como las que ocurrieron a finales de 2009 y en 2010, que fueron las mas importantes registradas, desde que se tienen registros) en esta zona, lo que provocó el aumento del nivel del acuífero en varios metros y, por tanto, la insuficiencia del bombeo ejecutado para devolver los niveles a su punto anterior.

El delegado territorial recuerda que la obra que deberá poner fin de forma defi-nitiva a estos problemas y, sobre todo, a los problemas de inundabilidad, es el túnel de desagüe de la balsa, que fue declarada de interés general del Estado en 1998 por el primer Gobierno Aznar, y que fue calificada entonces como de «alto riesgo de inun-dación, con los mayores coeficientes de peligrosidad».

En estos momentos, y gracias a las gestiones realizadas por la Junta de Andalucía ante el Gobierno de España, en enero de 2011 se firmó un convenio con la sociedad estatal Acuamed para la redacción del proyecto, redacción que realiza actualmente la sociedad estatal.

Pero comoquiera que la solución definitiva todavía está en fase de redacción del proyecto por parte de la sociedad estatal, y a la vista de la subida constante de los niveles de las balsas y las inundaciones de las propiedades limítrofes, es por lo que la Junta de Andalucía está instalando un bombeo adicional -también de carácter provisional- que permitirá bajar los niveles a una cota de seguridad para las personas y sus bienes.

En cualquier caso, esta obra tampoco tiene como finalidad evitar las inundaciones que pudieran producirse como consecuencia de lluvias torrenciales, situación que solo se puede solucionar mediante la ejecución del proyecto de desagüe en redacción por parte del Gobierno de España. Solo si se mantienen las condiciones normales de pluviometría podrá bajarse los niveles con el bombeo constante previsto.

El delegado territorial insiste en que si el Gobierno central hubiera cumplido con su compromiso y obligación «todos estos daños provocados por la subida de niveles se hubiesen podido evitar a los ciudadanos, y además la Junta de Andalucía y los contribuyentes andaluces no hubieran tenido que gastar en torno a los 13 millones de euros (7 ya invertidos y 5,8 de la nueva obra de impulsión ya iniciada). Sin embargo, el delegado lamenta «que el actual Gobierno de España no tenga pensado cumplir ni con los afectados ni con sus obligaciones legales puesto que en el proyecto de presupuestos para 2013 no hay ni un euro para la ejecución de esta imprescindible infraestructura de desagüe».

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